Los errores de omisión de palabras forman parte de esta lista porque con demasiada frecuencia tenemos prisa cuando editamos. Nuestros cerebros son geniales. Podemos leer directamente las frases y poner las palabras que deben estar ahí aunque falten palabras. Por supuesto, los demás pueden darse cuenta rápidamente del error, así que tenemos que encontrar la manera de frenarnos y editar con cuidado. usted no quiere escribir una frase como la del siguiente ejemplo a la que le falta una pequeña palabra con gran significado:
¿Ha visto usted el error? Fíjese en la frase revisada que aparece a continuación: